Los verdaderos sapos no existen ( por lo menos en mis cuentos ), solo son príncipes temporales, espejismos que nosotrxs mismxs creamos con los ojos cerrados.
Cuando los ojos se abren, su verde y viscosa piel vuelve a resplandecer ante nuestro asombro y decepción.
Tengo mas confianza en el 2 de Huesca-Real Sociedad que en encontrar un príncipe para toda la vida.
martes, 21 de abril de 2009
De frutas, sapos y princesas 2
Publicado por MACEDONIA en 16:35
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