Cada cual elige sus caminos, sus escenarios y las obras que quiere representar, alguna vez se logra arrancar los más cálidos aplausos y otras un ensordecedor abucheo, sea como sea, yo seguiré corriendo delante de la batidora, aún es pronto para convertirme en zumo de melón, y, si algún día me atrapa, le diré lo mismo que a todo el mundo: me va a poner usted una de txopitos, un arroz con bogavante, unas cocretas y una de pulpo a la vinagreta por favor.
Tal vez seamos menos frutas y cada día más cansadas de correr, pero que se levante el telón, el show debe continuar.
Tal vez seamos menos frutas y cada día más cansadas de correr, pero que se levante el telón, el show debe continuar.
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